Tras un tiempo con el blog un
poco paradillo, volvemos con la escuela de escalada por excelencia en la
provincia de Zaragoza: Morata de Jalón-Chodes. Esta es la escuela donde mucha
de la gente que vive en Zaragoza hemos aprendido a escalar. Las vías están
situadas en las localidades mencionadas anteriormente, a las que se accede por
la autovía A2 (Zaragoza-Madrid). La escuela es una de las más grandes de Aragón
tanto en extensión como en número de vías. Hay una gran variedad de estilos de
escalada y de grados (IV-8b+), con predominio de placa de grado medio (6-7º), cuyas reseñas pueden verse en distintas guías de escalada.
Geográfica y geológicamente,
Morata de Jalón y Chodes están situadas en
el Sector Central de la Cordillera Ibérica. Las rocas dónde se escala son materiales
calcáreos masivos (Figs. 1 y 2) del Jurásico Inferior (unos 200 m.a)
pertenecientes a la Formación Cortes de Tajuña (Aurell et al. 2007a; 2007b).
Fig. 1: Sector del “Puente de roca” en la Peña Agujereada donde se
encuentran las vías más duras en este impresionante arco en los materiales
calcáreos.
Como comentábamos en la entrada
anterior durante el Mesozoico (entre 250 m.a y 65 m.a) la disposición de los
continentes era muy distinta a la actual. En el tránsito Triásico-Jurásico
Inferior (Fig.3) se estaba iniciando el
fraccionamiento del supercontinente Pangea y en la zona dónde actualmente está
Morata de Jalón y Chodes habría instalada una plataforma carbonatada dentro del
Océano del Tethys. Como consecuencia del
inicio de dicho fraccionamiento la actividad tectónica era considerable.
Fig. 3. Mapa paleogeográfico mundial a principios del Jurásico (tomado
de Scotesse) dónde la posición de los continentes es bastante distinta a la
actual. La estrella marca el punto dónde se depositaron los materiales
calcáreos sobre las que actualmente se escala.
En esta plataforma se depositaron
distintos tipos de sedimentos que darían lugar posteriormente a las rocas que
pueden verse en los alrededores de Morata y Chodes: brechas carbonatadas,
“carniolas” (calizas oquerosas), calizas
y evaporitas (Aurell et al. 2007a; 2007b). A este proceso del paso de sedimento a roca se le conoce como diagénesis y es consecuencia del
enterramiento y litificación de los sedimentos. Las rocas sobre las que escalamos son fundamentalmente
los dos primeros tipos (brechas y carniolas), y podemos identificarlas fácilmente por el estilo de
escalada, y por su aspecto masivo (no se observan estratos).
Las brechas carbonatadas son
rocas formadas por cantos que pueden recordar a los conglomerados (Fig.4), pero
que en realidad, tienen un origen muy distinto. En primer lugar, se depositaron los sedimentos
carbonatados sobre sedimentos depositados previamente y que en este caso eran de origen evaporítico. Posteriormente, durante la
diagénesis estos sedimentos carbonatados se brechifican (se rompen) como
consecuencia de la disolución de los sedimentos infrayacentes, perdiendo de
esta forma su estructura original. El siguiente paso consistiría en la
cementación de los cantos que forman la brecha como consecuencia del carbonato
que precipita a partir de los fluidos que están en contacto con los sedimentos.
Finalmente, el resultado son las rocas con la estructura que vemos hoy
en día y de apariencia muy distinta de las “típicas calizas”. Las brechas, en Morata y
Chodes poseen un característico color naranja y pueden verse en el Puente de
Roca, y algunas vías de la Pared del Túnel, macizo de Alí, Pared Perdida entre
otros sectores. En este tipo de vías predominan los bolos y presas romas y
generalmente el canto.
Las carniolas o calizas oquerosas
también se formaron durante la diagénesis a partir del sedimento carbonatado
previo, tras una serie de procesos llamados dolomitización y desdolomitización. Estos procesos
ocurrieron durante distintas etapas de la diagénesis y están relacionados con
los fluidos que atraviesan las rocas durante su formación. De esta forma se producen cambios mineralógicos en los que se
sustituye calcita/aragonito por dolomita (dolomitización) y viceversa (desdolomitización) y que provocan
cambios importantes en la porosidad de la roca. En Morata y Chodes estas rocas poseen color
gris (Fig. 5) y son sobre las que se encuentran la mayoría de las vías de placa
de la escuela como en muchas vías del Macizo de Alí, Puente de Roca, Pared Perdida etc. En
este caso, la roca sí que tiene más aspecto de “típica caliza” pero en el fondo
esconde una historia de formación mucho más compleja. En ambos casos, la formación de brechas y
carniolas guarda relación con la intensa actividad tectónica que se produjo a
finales del Triásico e inicio del Jurásico en la Cordillera Ibérica.
Fig. 5: Diego en "Siga el Baile" (V+) sobre las “carniolas” grises del puente de roca. Nótese
que a la izquierda, las “carniolas” pasan lateralmente al otro tipo de roca anaranjada, las
brechas.
Fig. 6: Vista aérea (Sigpac) del Río Jalón dónde se localizan los
distintos sectores de la escuela de escalada Morata de Jalón-Chodes. La estrella
roja marca la situación del puente de roca.
Más fotos escalando por Morata..
Chaime en “Metanoia”
(6B) en el Puente de Roca (Brechas carbonatadas).
Raúl en “La Maldición de Ryobi”
(6C+) de la Pared Perdida. Nótese el cambio lateral entre las brechas calcáreas (roca
anaranjada) a las carniolas (roca gris).
M. Aurell, B. Bádenas, A.M. Casas y R. Salas. 2007a. Las facies
evaporíticas y carbonatadas del tránsito Triásico- Jurásico (Morata de Jalón,
Zaragoza): relación tectónica-sedimentación. Geogaceta, 41, 11-14.
M. Aurell, B. Bádenas, A.M. Casas y R. Salas. 2007b. Peritidal carbonate–evaporite sedimentation coeval to normal fault
segmentation during the Triassic–Jurassic transition, Iberian Chain. En:
G.Nichols, E. Williams y Chris Paola (Eds.). Sedimentary Processes, Environments
and Basins: A Tribute to Peter Friend. Blackwell Publishing Ltd., Oxford, UK.
A. Belmonte et al. (2009). Por la Cordillera Ibérica siguiendo el río Jalón. En: Itinerarios
geológicos por Aragón. Prames. 149-166